Capitulo 6. Estoy teniendo un bloqueo creativo asi que creo que no va a salir tan bien esta vez, tal vez luego lo edite un poco. Los Espada y Hueco Mundo pertenecen a Tite Kubo, Selene es mi personaje original.
Estoy hecha un montón de emociones, la ligera alegría por como va Halibel con Grimmjow, el dolor y la tristeza que siento por la perdida de Nathaniel, y la furia ciega que siento contra Ulquiorra por haber hecho algo que no debía dos veces. Sentada sobre la hoja de nenúfar, con el lago llenándose de nuevo poco a poco, miro sin ver la puerta por la que mi bosque acaba de sacar a Ulquiorra. Sólo a él se le ocurre que necesito ayuda cuando no hay nadie que pueda hacerlo, pues el único que podía ya no está y precisamente por su culpa, si en primer lugar no hubiera querido pelear en su contra… suspiro, no tiene caso pensarlo, ya lo que ha pasado, ha pasado, me pregunto si Nathaniel querría que yo siguiera con vida después de todo. Tocan a la puerta. Me levanto, sé que es Ulquiorra, y si va a intentar algo, prefiero que sea en el pasillo, Halibel y Grimmjow están hacia el sur del pasillo, si necesito apoyo seguramente Halibel me ayudará. Abro la puerta, justo como pensé, Ulquiorra está ahi, miro sus ojos, y en ellos veo dolor, furia y eso es… miedo? salgo y cierro la puerta.
-¿Qué quieres? – le pregunto
-Quería pedirte perdon, por… ya sabes… lo que hice.
-¿A qué parte te refieres?¿al beso forzado o al abrazo que nadie pidió o a que entraste a mi habitación sin mi permiso como diez veces el mismo día? – digo con vos dura. Jeje, Ulquiorra esta a punto de llorar.
-Ehm… pues… – esta nervioso, quería entrar para que nadie lo oyera. Sé que Grimmjow y Halibel están mirando hacia nosotros, Ulquiorra también lo sabe, y por eso está más nervioso. – Supongo que debo disculparme por todo eso.
-Lamento tener que decirte, que no acepto tus disculpas, y que si sigue entrando a mi habitación sin mi permiso, mi bosque te atacará sin piedad.
-Pero, Selene, todavía no oyes…
-Ella te dijo que la dejes en paz, ¿que no entendiste?
-Sí, Ulquiemo, la chica dijo que te fueras al demonio, ¿por qué no te vas a cortar la venas?
Si, es un golpe bajo por parte de Grimmjow, pero bueno.
-Tu no me mandas, Grimmjow, y si entendí Halibel, Selene, necesito que me escuches.
-Te lo vuelvo a decir, Ulquiorra, desde el momento en que me besaste, no tenemos absolutamente nada de que hablar, ahora largo de mi vista.
Tras decir eso último, doy media vuelta y entro a mi habitación dando un portazo. Imbécil, lo que ha hecho no tiene perdón, decidir por alguien sin pedir su opinión, entrar a un lugar sin permiso de su dueño y manchar la memoria de aquel que amo, y aun cree que lo voy a perdonar. Claro que no lo merece, y no lo voy a perdonar a menos que se lo gane a pulso, por supuesto, eso no va a pasar. Me siento sobre el nenúfar de nuevo, miro al cielo hacia mi eterna luna llena, me llega un ligero recuerdo de un lago mas grande hace varios siglos atrás, el anochecer a sus orillas, y las brillantes estrellas que yo adoraba ver, la cueva donde viví allá, pues entonces no aguantaba tanto la luz solar como ahora. Como quisiera estar allá ahora, sin alguien que estuviera tratando que estuviera cerca de él. Veo antes mis ojos como en una visión las aguas de aquel lago y con esa visión, el sueño empieza a llegar a mí. Me quedo poco a poco dormida.
Capitulo 6. Dulce venganza.
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