3.01.2010

La Aprendiz

Estuve viendo en mi clase de literatura poesía y de pronto me llegó la inspiración para escribir este poema, se lo mostré a una amigo para que me dijera que tal, y dijo que debía volverlo canción, aquí se los pongo.

 

Lo conoció un día,

cuando él salía,

el relojero del pueblo,

ella lo sabía.

 

Decidió volverse

su aprendiz,

para verlo a él

y ser feliz.

 

Ella, ojos dorados,

de belleza sin par,

él de ojos negros

y soledad espectral.

 

Ella no salía,

para sospechas

no levantar, entre

todos los de la ciudad.

 

Luego la otra llegó

como un rayo de sol,

y a ella la alejó

de su corazón.

 

“Acompañarla debes”

le dijo él,

“no conoce y

el lugar es cruel.”

 

Ella no se resistió

y la cuidó,

su corazón

muriendo de dolor.

 

Usando un antifaz

acompañó, a la

que de su amado

el corazón robó.

 

De sus sentimientos

ella nunca habló,

sin embargo, la otra,

cuenta se dio.

 

“Tu lo quieres”

dijo un día.

Ella o negó,

que lo quería.

 

“Por desgracia

él no me quiere”,

ella respondió

y en silencio, lloró.

 

La otra, enamorada

de otro estaba,

ella lo sabía

y lo guardaba.

 

Un día fatal

tenía que llegar.

Cuando el que la otra adoraba,

con celos llegara.

 

Sabiendo que aquella

con el relojero vivía,

lo atacó,

con furia vacía.

 

Ella lo vio, y se interpuso

él intentó detenerla

ella caso no hizo

y el otro, disparó.

 

A ella, la bala,

el corazón le atravesó

sacrificando su vida,

por el que ella amó.

 

Él sin creer,

su cuerpo inerte abrazó.

“Que tonto he sido”

con fuerza exclamó.

 

El otro no se conmovió,

levantó su arma, y

al relojero,

una ves más, disparó.

 

Él no se dio cuenta

cuando la bala lo atravesó

y abrazando a su aprendiz,

él, expiró.

Una historia muy triste en verdad, pero creo que algún día se hará realidad, no lo sé, sólo lo presiento. Digan que les parece, por favor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maginifico, es muy duro pero verdaderamente intenso. Bravo. Desde España te saludo